Unos ojos que no cesan permiten al vibrar, la desconfianza del resto de las miradas. Ojos que hablan de traición, de asesinato, nos pretenden convencer. Inexperiencia ridícula, demasiado amor propio sin experiencias positivas; narcisismo injustificado.
Por mucho que las palabras digan, no hay razón si los ojos, el alma, no acompañan. El escritor no tiene ojos… No se puede estudiar la mirada hacia el lector. Poco se sabe de la reacción que provoca la grafía en el lector y no hay grafía más fría que la de la típica máquina Olivetti, que la “Times New Roman” a 12 que exigen para facilitar el ritmo de lectura.

Para mirar al lector, para mirarte desde esta nueva página sólo puedo describirte y hacerte ver desde mis ojos, mi verdad; mi entorno. Sin embargo siempre podría mentirte con suma agilidad. ¿Confías ahora en mí?. En mi humilde opinión te aconsejo que sólo disfrutes de la realidad o del atrezzo.





miércoles, 21 de marzo de 2012

Vi nacer su poesía

                                                                  (Fotografía de Rafael Alcácer)
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Ha nacido un poeta.
Tiene ojos carniceros,
despiezan los segundos
dejando ver la esencia.
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Me soltó y lo vi claro,
tiene manos de escriba;
imprimirá sus éxtasis
gritando a viva voz.
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 No nublarán las lágrimas
al vigía voyeur,
ni le atarán las manos
extinguiendo su néctar.
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No arderán sus cuadernos
en piras asesinas
avivadas con miedo,
 ni viajará kilómetros
huyendo de los suyos,
atravesando el mar...
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Ha surgido el poeta
en un mundo sin sangre,
 ascética receta
  la nuestra de escribir.
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Willhelm Tanned

1 comentario:

  1. Así nace un poeta,a veces tenemos suerte y nace dentro de nosotros,como vos

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